“Madame Matisse” por Henri Matisse 1905 (42,5 x 32,5 cm.)
Material: Oleo sobre lienzo.
La obra representa el retrato de la esposa de Matisse, un retrato duro y colorista que define a la perfección el momento por el que el autor se identifica con sus “fauves” sus composiciones preferidas, sus fieras particulares. La mujer, seria y en posición de posar para el retrato, desvía ligeramente su mirada del frontal del cuadro, ofreciendo un aspecto de tranquilidad y al mismo tiempo de tensión. Lo más importante de la composición es el juego de líneas y de colores que definen el retrato, líneas que definen bruscamente el límite de las formas de la cara y el vestido, y colores poco mezclados, dibujados con aparente falta de orden, y con falta de sentido común en la aplicación. Destaca sobre todo la famosa raya verde que da título al cuadro, y que delimita de una forma brusca los dos lados de la cara. Y que para definir la zona más iluminada de la más obscura se emplean dos colores como el naranja y el rosa , que no se corresponden con una representación naturalista de un retrato.
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